miércoles, enero 10, 2007

Otra libra de carne

... un momento, ¡esto suena a rock!
Reverendo Lovejoy
Cossette friega los suelos para saldar su deuda con la Seguridad SocialLas SS españolas, es decir, las seguridades sociales, que aunque son una, merecen el plural mayestático, son una fuente inagotable de sorpresa y regocijo... para quien sepa tomarse estas cosas con filosofía.
Esta vez, mis azares y aventuras me han conducido a las oficinas de las SS para solicitar una "vida laboral". Esto es, una especie de certificado de buena conducta que, a pesar de encontrarnos en pleno siglo XXI, ese monstruo llamado Estado es incapaz de transmitir vía electrónica entre dos de sus ministerios (alegrémonos de ello). De modo que me he personado en el antro que corresponde a mi quartier a las 12:00 del mediodía... y me encontrado a los funcionarios con los brazos cruzados, charlando amigablemente entre ellos. ¿Una vida laboral, majete? De lunes a jueves, pero solamente entre las nueve y las once de la mañana, que es la hora en la que Saturno cruza por las antífonas del ascendente menor disminuido de Júpiter Olímpico. ¡Por el amor de Baco! ¡Santa Madre de Dionisos!
Como soy un individuo que, muy en el fondo, aún conservo algo de fe en la especie humana, cuando consiga el dichoso certificado de sangre que me acredite como cristiano viejo, les diré que me siento como Jean Valjean. Espero que esta vez sepan quién es Jean Valjean, la pequeña Cossette y el inspector Javert. ¡Tantas veces que la han pasado por la tele!

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9 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿No tienes certificado de la FNMT? Con el certificado puedes sacar la vida laboral de la web de la seguridad social.

miércoles, enero 10, 2007 4:08:00 p. m.  
Blogger Ian Marteens said...

OjO ¿Frente Nacional de Matemáticos Tenebrosos?

miércoles, enero 10, 2007 4:12:00 p. m.  
Blogger Ian Marteens said...

... me han dicho que lo puedo pedir por teléfono, y me lo envían por Correos... pero es que me han dado una semana de plazo en otro lugar, y necesito el certificado para mañana. Me toca ir, no me libro.

miércoles, enero 10, 2007 4:15:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

En la oficina de las SS a la que me toca ir de vez en cuando han puesto un guardia de seguridad, el otro dia candidamente le pregunte al que me atendio que para que un segurata si no manejan dinero y me contesto que hay usuarios que no saben encajar un 'no' por respuesta y que le constaba que en alguna oficina ha habido alguna agresion.
En mi inocencia le pregunte si habia sido en esa oficina, cuando ocurrio y a quien habian agredido, no parecio gustarle mi pregunta y procedio a poner la tipica cara de funcionario mientras miraba de reojo al guardia y a mi, ante su actitud cambie de tema y le entregue la documentacion que llevava para el, la ojeo con desgana, la selló como si me perdonara la vida y se levanto para largarse a tomar el café de las 12:30.
La semana que viene tengo que volver, tal vez ya hayan instalado el escaner para armas y el guardia lleve un perro para detectar explosivos, ya os contare.

miércoles, enero 10, 2007 9:52:00 p. m.  
Blogger Ian Marteens said...

:) ¿Por qué será que no me extraña?

Hace un tiempo, di un curso en el colegio de registradores de la propiedad... y tenían no recuerdo qué oficina del ayuntamiento en los bajos del edificio. Incluso para ir a los pisos de arriba había que pasar por el escáner, más sensible que el del propio aeropuerto. En su momento, pregunté, y me contaron lo mismo: que en algún momento, alguien había perdido la cabeza y se había montado la gorda.

Por suerte, me falta mucho todavía para llegar a ese punto de enajenación.

miércoles, enero 10, 2007 11:52:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esta vez, yo si sé quién es Jean Valjean, que estoy leyendo "Los miserables".

Saludos

jueves, enero 11, 2007 3:19:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una vez fui a pedir unos papeles a la SS y como estaban hablando de futbol, despues de esperar un buen rato les llamé la atención, lo cual les molestó sobremanera. Seguro que el problema es mío por no gustarme el futbol y unirme al coloquio.

martes, enero 16, 2007 8:06:00 p. m.  
Blogger Ian Marteens said...

Eso mismo fue lo que me pasó el día de la libra de carne. Le pregunté a la chica que estaba más cerca de la puerta que quién atendía al público. Me señaló a una mesa, cuyo propietario estaba charlando amigablemente con la persona que estaba atendiendo. Le pregunté si sólo una persona atendía, porque había bastante gente esperando. Inmediata ola de frialdad y mirada asesina. "Sí, una sola persona". A los quince minutos, la señorita de enfrente termina de hablar por teléfono, y pide que pase el siguiente. Se me ocurre la mala idea de comentarle al Cancerbero: "ah, ahora son dos". Reacción en cadena, porque la del teléfono lo oyó. Lo "simpático" del caso es que la del teléfono había estado hablando de calentar sopas y otras maniobras culinarias a lo largo de los quince minutos de marras.

martes, enero 16, 2007 9:51:00 p. m.  
Blogger PabloNetrix said...

Sabéis qué dice en la lápida de un funcionario?

"Aquí sigue descansando Fulanito Lopez..."

jueves, enero 18, 2007 5:40:00 p. m.  

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